Alzheimer y SD: Estudio de Fortea et al. en The Lancet, junio 2020
La enfermedad de Alzheimer en la historia natural del síndrome de Down
La reciente publicación de un estudio sobre la evolución de los biomarcadores de enfermedad de Alzheimer a lo largo de la vida de las personas con síndrome de Down, ha vuelto a suscitar la preocupación de muchas familias de personas con síndrome de Down, en especial si esas personas están ya en la etapa de la adultez. Llamamos biomarcadores de una enfermedad a los signos materiales (físicos o químicos) que nos revelan la evolución hacia, o la presencia de, una determinada enfermedad. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, los biomarcadores son de naturaleza química (todo un conjunto de sustancias presentes en la sangre o en el líquido cefalorraquídeo) o física (imágenes que muestran determinadas alteraciones en el cerebro).
El estudio ha sido realizado por un grupo español en conjunción con otro británico, liderados por el Dr. Juan Fortea, del servicio de Neurología del Hospital San Pablo, de Barcelona (España) que dirige el Dr. Rafael Blesa. Ha sido publicado en una de las revistas internacionales más prestigiosas: The Lancet, vol. 395, 27 de junio de 2020, con el título: Clinical and biomarker changes of Alzheimer's disease in adults with Down syndrome: a cross-sectional study.
Es ya muy bien conocido el hecho de que, al aumentar la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down a una media de 60 años, ha aumentado la aparición de procesos comórbidos, entre los que destaca la enfermedad de Alzheimer (Flórez et al., 2015; Flórez, 2020). Numerosas jornadas, conferencias, congresos llevados a cabo por toda España ante audiencias de familias y de profesionales en estos últimos años, han sido dedicados a exponer las razones biológicas y las características peculiares de la evolución natural hacia la enfermedad de Alzheimer en el síndrome de Down. Como se sabe, el riesgo de que aparezca empieza a aumentar con la edad a partir de los 40-45 años, de modo que a lo largo de la vida el riesgo vital supera el 90% de la población: es su principal causa de muerte.
Debe quedar bien claro, y el presente estudio lo demuestra con abundantes datos, que la velocidad de la evolución hacia la enfermedad de Alzheimer es muy distinta de unos individuos a otros, lenta en unos, más rápida en otros. Del mismo modo, la media de edad a la que aparece está en los 51 años, pero ofrece una enorme dispersión. A partir de los 60 años la demencia (signo clínico que define la enfermedad) está presente en cerca del 90%; pero hay algunas personas con más de 70 años que no muestran signos de demencia aunque sí los propios del envejecimiento. La demencia, a su vez, muestra fases o etapas de intensidad creciente y de duración variada (Moran, 2019).
¿Cuáles son las principales observaciones de este estudio?
El estudio ha sido realizado en 388 participantes con síndrome de Down, de los que 257 no presentaban demencia (media de edad: 38,7 años, entre 31,1 y 48,2), 48 mostraban una demencia prodrómica (inicial, sospechosa, media de edad: 50,2 años, entre 47,5 y 54,1), y 83 mostraban una clara demencia (media de edad: 53,7 años entre 50,4 y 63,8). Las claves de este trabajo estuvieron en analizar: a) el perfil cognitivo y neuropsicológico y el estado clínico de cada participante, y b) la presencia de numerosos y diversos biomarcadores de Alzheimer, tanto químicos como físicos. De este modo, se pudo observar la evolución en el tiempo, en relación con la edad, tanto de las características neurocognitivas definitorias de Alzheimer o de su etapa prodrómica, como de la presencia e intensidad de los biomarcadores. Debe señalarse que el estudio no es longitudinal sino transversal.
Algunos biomarcadores comenzaron a cambiar ya en la tercera década de la vida (p. ejemplo, Aβ1-42/40 en el líquido cefalorraquídeo, neurofilamento ligero en el plasma), otros en la cuarta o más adelante. Pero como ya se ha indicado, eso no significa que entonces empiece ya el deterioro o declive que culmine en la demencia (arriba hemos indicado las edades de aparición) sino que empiezan a observarse modificaciones cerebrales, propias de la evolución biológica del síndrome de Down, que con el tiempo podrán manifestarse en la aparición de los signos de demencia.
¿Qué importancia tiene todo esto? Muy grande. Porque si disponemos de datos objetivos, medibles, predecibles y fiables ―auténticos biomarcadores―, podemos saber con precisión cuándo y cómo avanza el terreno biológico que fundamenta la aparición de la demencia. Y eso va a permitir iniciar de manera temprana un tratamiento con el que podamos frenar el proceso, una vez que tengamos a nuestro alcance el método adecuado (por ejemplo, un fármaco).
Conclusiones
En las personas con síndrome de Down, la enfermedad de Alzheimer muestra una prolongada fase preclínica, sin síntomas neurocognitivos y comportamentales, en los que los biomarcadores siguen un orden predecible de cambios a lo largo de más de dos décadas. Se convierten en una herramienta fiable para detectar el curso preclínico y clínico.
En este aspecto, muestra características similares a las de la enfermedad de Alzheimer esporádica y autosómica dominante; lo que permite que las personas con síndrome de Down sean susceptibles de recibir tratamientos preventivos cuando estén disponibles y participar en los ensayos clínicos diseñados a tal efecto.
La evolución del adulto con síndrome de Down debe ser estrechamente monitorizada mediante pruebas neurocognitivas, capaces de detectar posibles declives que permitan aplicar las correspondientes y eficaces intervenciones neuroconductuales. Es muy importante, por ello, contar con unos buenos datos basales entre los 35 y 40 años, a partir de los cuales se pueden detectar posibles cambios posteriores.
Flórez J, Garvía B, Fernández-Olaria R. Síndrome de Down: Neurobiología, Neuropsicología, Salud Mental. Editorial CEPE, Madrid 2015, 550 p.
Flórez J. Enfermedad de Alzheimer en el síndrome de Down: Perspectivas familiares. Rev Síndrome de Down 37: 12-22, 2020
Moran J. Enfermedad de Alzheimer & Síndrome de Down. Guía Práctica para cuidadores (2ª edición). Fundación Iberoamericana Down21, Santander 2019. Disponible on line en: Enfermedad de Alzheimer & Síndrome de Down Una guía práctica para cuidadores .